En un embarazo normal las futuras madres pueden practicar el yoga sin miedo, pero siempre con la debida autorización de tu médico.
La embarazada puede estar integrada en grupos normales, si ya era practicante de yoga. Casi todas las posturas pueden ser ejecutadas, respectando las particularidades de cada uno como siempre,. A medida que evoluciona el embarazo, se van introduciendo adaptaciones para que sea agradable para los “dos o más”.
El yoga durante el embarazo ayuda inmenso pues mantiene la mamá activa de una manera muy suave, no traumática.
Ayuda a evitar la hinchazón y el dolor en las piernas, previene el dolor ciático y alivia las lumbalgias, síntomas muy frecuentes en los embarazos.
El aspecto más hermoso es que a través de los ejercicios respiratorios y de la relajación, ayuda a encontrar la serenidad y profundiza la percepción y conexión con el nuevo ser.
Todo el conocimiento interiorizado de respiración y tranquilidad ayudará muchísimo en la preparación al parto.
En el pos-parto también es excelente para que el cuerpo encuentre otra vez su equilibrio y para que la madre pueda disfrutar de un momento para sí, armonizando mucho las emociones y restaurando la energía física. Esto es muy importante porque la madre tiene que superar todos los cambios hormonales, físicos y psicológicos que ocurren en este proceso. Garantizar un momento para ti es fundamental para que puedas estar equilibrada y feliz para disfrutar deste momento único.
Además de haber dado clases a embarazadas, y muchas siguieran hasta etapas avanzadas, yo propia he tenido un embarazo gemelar y he practicado yoga hasta casi los 8 meses de embarazo y me he sentido fenomenal.
Las sesiones son totalmente flexibles, y pueden por ejemplo estar más dirigidas a la practica de asanas, relajación, yoga nidra o incluso a la meditación.
Las clases pueden ser en español, portugués o inglés.
Clases de 1h15
Precio: 55€